Sin ferretería

Cosas;
Vamos al "bar de Paco" para tomarnos la cañita del medio día y a mi hermana empieza a aplaudirle el susodicho Paco y todos los clásicos sexagenarios de la barra, se oye algún que otro ¡Braavo! y algún ¡Rabo! también.
Mi hermana le tiene dicho que le aplauda y lo hace cada mañana cuando la ve entrar.

El dueño de la droguería de mi calle se ha puesto una dentadura 3 tallas más grande de lo que debería y la luce en el bar
Mientras se pide un Ricard nos deleita con un temazo de Placebo que lleva en su iphone.
Efectivamente, nos encontramos en la milla de oro de Novelda.

Atardece...
Mi primo lleva su camión a la puerta del bar de copas habitual y lo abre lateralmente para que un grupo de heavy dé un concierto nocturno.
En el interior del bar de copas la gente de mi pueblo baila como si estuviera en un concierto mirando con entusiasmo al dj. Suenan éxitos de Benny Benassi, al cual parece conocer todo el mundo excepto yo...
Cada vez que termina una canción la gente aplaude y pide otra.

Cierran el bar y se monta una rave con unos altavoces que lleva mi sister en el bolso y un ipod.
Entre tanto a mi me dejan de vigilar durante 5 minutos y aprovecho para pegarme una ostia y rebanarme el talón en unas preciosas escaleras de piedras colocadas aleatoriamente que bajan al cuarto de baño natural que es nuestro río.


En Urgencias me dicen que tengo muy buen humor porque yo sola me lo digo todo:
Que no es nada, que la sangre es muy escandalosa, que yo estoy la mar de bien, que si me dan la baja para quedarme unos días más en el pueblo....
Mi hermana me hace fotos en la camilla mientras 2 médicos me ponen con suma profesionalidad una tirita y una venda.
Nos recetan que sigamos de fiesta... son las 5 de la mañana. Les hacemos caso por si acaso.

Jaume aparece esta mañana vestido casi de comunión y empieza a meter la cabeza en los contenedores de la calle para hablar con su madre por wi-fi espiritual : Mariadoloresss, está ya puesta la mesa?

Planeamos una semana en Almería y él nos pide que le dejemos bajar a la playa con el traje de sevillanas y un buen flotador,
ya que estamos en Andalucía. Dice él que seguro que hay señoras con bañadores mucho menos discretos que eso.


Estas y otras cosas hacen que yo piense que la verdadera modernidad está en los pueblos.