jueves, agosto 26, 2010

Mejor

El otro día hablé largo y tendido con Ivan sobre las medicinas personales que cada uno genera cuando ha tocado fuego o cualquier otra cosa que duela.

A veces, cuando te quemas, cuentas con alguien que te sopla un poco la herida .
Otras veces te quemas y sabes que no habrá nadie para soplar y entonces te escuece más y te soplas solo aunque no terminas saber si lo estás haciendo bien.
Y otras veces, cuando te quemas, y sabes que tienes a alguien que puede soplar, prefieres hacerlo tu solo.

.... estoy tan espesa como el aire de Madrid.

He de ponerme a buscar piso.
No estoy esperando a nadie.
Creo que voy a buscar una nueva habitación en un buen piso.
Me apetece cambiar algo y esta es una buena manera.
En septiembre hay que fulminar algo.

...
En esta casa somos 4, siempre hemos sido 4, aunque ahora hay 3 personas nuevas que se están intercalando... el caso es que no terminan de cogerle el tranquillo a la organización que tenemos desde siempre en el congelador, es decir 3 centimetros cuadrados de espacio para meter lo de cada uno.
Así que hoy he abierto el congelador y una lluvia de merluzas y pechugas de pollo congeladas me han sepultado los pies.
No se enteran estos nuevos.

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