viernes, septiembre 24, 2010

Una suerte inmensa

Han despedido a mis compañeros de trabajo. T, L y J
Así de frío como suena. Así pasan las peores cosas de la vida.

Hace muchísimos meses conocí a Tato mi primer día de trabajo, también lo era para él.
Hace muchísimos meses, nueve en concreto, cambié por completo y me hice mejor persona.
Hace nueve meses empecé a reir cada día desde el desayuno hasta la luna y se me hizo el corazón más fuerte.
Esos nueve meses son una vida.
Hoy caminábamos por Fuencarral y he intentado no pensar que no me va a acompañar más como cada día,
que esas sonrisas de vuelta a casa que me hacen dormir mejor, no van a ser posibles por una razón aplastante.

Tato me cambió la vida y ahora la vida cambia.

Los voy a echar tanto de menos que me he obligado a no llorar hasta que llegara a casa
para no desperdiciar ni un minuto a su lado.
Pero Tato y Laura han empezado a hacer chistes y a mi me daba la risa pero luego me daba una pena más grande que la risa.
Casi todo lo bueno que hay en mi ahora lo han sacado ellos a la luz.

Es una mierda. A ellos les va a ir bien seguro, lo malo es que yo lo que quiero es que les vaya bien pero a mi lado.
Igual parece que me paso exagerando pero si los conocierais sabríais que no.
Ya se que la vida son etapas, y que probablemente la próxima en desfilar con esta puta crisis sea yo, pero hoy, esta tarde
se me ha roto el corazón.

se lo he contado a María, mi hermana pequeña y me ha dicho:
Si lo piensas todo el tiempo estaras triste todo el tiempo
lo k tienes k acer es buscar soluciones
como un trabajo para ellos o algo
y kdar todos los dias para tomar cafe para seguir viendolos.

Voy a hacerle caso, como siempre.

es una suerte inmensa quererlos

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