viernes, febrero 12, 2010

Quijote, abúrrete!

"Señoras y señores les dedico mi interpretación de los monstruítos que salen en la película de El Cristal Oscuro"
Y entonces Joe empieza a emitir un sonido tipo OOoooomm que va en aumento durante 5 minutos.
Tener un director creativo así , tener cerca a una persona así, que siempre sonríe, que trabaja, que es verdaderamente bueno como persona y como compañero es un lujo. No debería serlo. Yo procuro ser así, aunque no le llegue a la suela del zapato.
Quizá lo repita mucho pero es que cada vez está siendo más evidente el ascazo que da el mundo de la publicidad en ciertas esferas. Tu piensas, cuando no sabes nada, que esto será divertido, entras y estás tan fuera de lugar y tan eclipsado por esa manera idiota de "no sonreir mucho porque pareces menos moderno" porque parece que se contengan , que esas gafas de pasta y esas zapatillas bordadas con sus iniciales les aprieten. No hacemos nada tan grande como para actuar así. No hacemos nada que sea medianamente relevante joder. Pero en poco tiempo la mitad del gremio se sabe nombres y apellidos y no entiendes nada pero parece que tengas que dejarte llevar. Y es un coñazo, de verdad. Mirándolo con toda la tranquilidad, es un auténtico coñazo, la gente en la mayoría de las agencias de caché tiene tanto pavo sobre sus espaldas que no son capaces de disfrutar como niños y permitirse ser libres. No se ríen, hablan de ropa, siempre están pendientes de decir " yo también lo conozco" cuando alguien pone una canción nueva o inauguran un chiringuito garrafero en fuencarral.
Ves que todos esos " tios de puta madre" que la gente nombra. Ni son de puta madre ni alcanzan a ser mejores que la media. Lo que pasa es que están rodeados de tanto aplauso que solo pensar que igual no son tan guays es inconcebible.
No me da rabia, me da pena. Si supieran que hay otras cosas empezarían a sonreir más.
Una de las cosas que más me gusta de mi trabajo, que me encanta, es divertirme haciéndolo. Yo siempre intento que salga algo bueno pero no espero ansiosa que el cliente compre una cabra sobre un taburete de lentejuelas para molar. He hecho auténticos bodrios por exigencias de cliente, pasándolo de maravilla. He tenido oportunidades de oro y he trabajado aburrida y sola. Entonces llego a una conclusión muy simple. Reir alarga la vida.
Esta mañana me dijo un amigo: Las cosas son todo lo importante que nosotros queramos.
Aunque parezca enfadada con el mundo, me pasa todo lo contrario.
Hoy bajé Gran Vía escuchando When you're smiling, hacía muchísimo frío, muchísimo sol. He pensado que si el finde nieva y el sol sigue ahí esto va a parecer Avatar de tan brillante.
No he hecho planes ni los voy a hacer.

No hay comentarios: