Unos días antes de salir Casilda y yo nos llamábamos cinco veces por minuto para ultimar los detalles del viaje.
Por fín encontré un hostal bastante barato y céntrico para pasar toda la semana. Llamé a Cas para decírselo...
"Querida, ya tenemos hostal, se llama Miami ,
está en el centro de Barcelona y nos sale tirado,
150 euros entre las 2 toda la semana."
Al otro lado del teléfono escuché un ruido raro. Parecía que no hubiera nadie , que se hubiera quedado colgando en el aire.
El sonido fué subiendo. Era una carcajada larga y nerviosa.Casilda estaba descojonada.
"que miedo .......
vamos a dormir con ratas
que miedo me das Esther "
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