domingo, agosto 23, 2009

:

Hacía mucho que no lloraba, casi dos meses.
Sólo se me escapó una lágrimilla cuando vi aparecer a mis padres en Atocha. Pero fué de alegría.
Es un buen domingo para llorar, hace muchísimo calor, el día más caluroso desde hace tanto que incluso está bien llorar unas cuantas lágrimas fresquitas.

No hay comentarios: