martes, junio 30, 2009

Mi vida y el facebook

Llevo sin dormir como una señora desde el viernes por la noche.
Viernes:
Salí a por mojitos a eso de las 8 de la tarde, cené en un marco incomparable con mis amigos y una cucaracha, mezclé vodka azul con cerveza y me retiré a casa haciendo honor al club de fans en el que estoy en facebook:
"Yo también envío mensajes borracha de los que me arrepiento al día siguiente."
Me enchufé la radio y estuve tan atenta que olvidé dormirme.

Sábado:
Madrugué aun no se para qué. Llegó Cas a la estación de tren. Qué divina. Fuimos a conocer al resto del jurado. Buen rollo nivel 15. Hicimos de jurado. Te lo juro. Asistimos a la cena, más bien asistimos a la bebida. A partir de ahí hay tanto que contar y tan ameno que lo dejo para otro post...Sólo decir que me sentí orgullosa porque por fín NO hice honor a ese otro gran grupo de facebook del que soy fan: " Lo que a las 12 de la noche te parece choped, a las 6 de la mañana es jabugo"
...a buen entendedor...
A las 7 de la mañana estábamos exigiéndole al del Badulake que nos enseñara los valores nutricionales de la bolsa de patatas fritas que queríamos.Misteriosamente aparcamos bien. Ya en casa de La Lola iniciamos la conversación menos entendible del mundo y nos quedamos sopa.

Sábado-Domingo...o lo que sea:
Mi ya habitual primera frase del domingo pasó de ser "Buenos Días" hace tiempo para convertirse en : "Tia, dame un ibuprofeno por favor que me muero". Fuimos a comer al puerto. Nos peleamos con los camareros. Acabamos comiendo chips y mcflurry . Dejé a Cas en el tren.
Llegué a casa y me fuí a ver el espectáculo de rock acrobático en el que salían mis padres con sus compañeros del curso de baile. Impresionante, lloré como siempre. Se me cae la baba cuando los veo bailando. No pueden ser más guays.
A la salida del teatro nos enteramos de que le habían dado un ladrillazo al cristal del coche de mi padre para llevarse todo lo que había dentro. La cosa entre pitos y flautas terminó a las 2 de la mañana. Me acosté

Lunes:
Tocaba excursión con mi abuela al centro médico de Elda. Siempre es toda una aventura. Yo estaba hecha polvo.
Volviendo del centro médico me llama mi hermana. Era el cumple de mi padre y el sillón de masaje que queriamos comprarle no había manera de que lo trajeran. Fuimos a por él. En el cuerpo llevaba media madalena y un trago de café.
Compramos el sofá en un comercio de San Juan con pinta de tapadera de tráfico de chinas. Fuimos a seur a recogerlo y dos buenos mozos lo cargaron en el coche con un torito. Isa y yo pensamos montarlo en el chalete para darle la sorpresa a mi padre....invertimos 2 horas para bajar por fascículos el sillón del coche, entre tanto nos dieron 6 o 7 lipotímias y unos cuantos ataques de nervios.
Después nos dimos cuenta de que era imposible subir el sofá por las escaleras del chalete. Así que el regalo se lo dimos a mi padre en mitad del campo. El sofá rodeado de corchos , cartones, árboles y avispas.
Me he cansado de escribir....

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