lunes, junio 01, 2009

FEVER de Sábado con pinos

El sábado convivieron barras kilométricas repartiendo copas en vasos de tubo. Gente tirada en el cesped. Luces de concierto. Fuegos artificiales. Un montón de gente fué diciéndome uno a uno que habían venido allí sólo para bailar. Un señor de 70 años no me lo dijo pero no hizo falta porque no dejó de dar saltos y hacer coreografías propias de Fama durante toda la noche.
El cesped era un gustazo para nuestros pies. La gente estaba contenta. Sonreían. Bailaban, los que se atrevían.
Nos hicimos fotos con el grupo como si nos supiéramos alguna de sus canciones. Me puse unas gafas de 9 dioptrías y entendí por fín qué es lo que debió ver Alaska cuando se pegó el alaskazo contra el suelo del escenario: lucecicas y voces.
Olía a pinos y sonaba la música. Fué una noche divertida a rabiar. Y me di cuenta de que hay gente que baila que baila de verdad, en este pueblo, que salen a eso y que además están hasta los huevos de que todo el mundo los pare para preguntarles: qué tal ? porque saben que simplemente les están robando tiempo para alcanzar la pista de baile y disfrutar de verdad.
Albero y yo hablamos un buen rato. Es una persona interesantísima, lleno de inquietudes y muy humano. Queremos juntarnos un día para enseñarnos proyectos. hay gente estupenda aquí aunque los vea poco.
También hacía mucho que no veía a Pablo y coincidimos en que es un chico muy majo y positivo, el típico m'agrá-patú. Y es que hay muchas maneras de decir las cosas.
Pablo: qué tal? siempre nos vemos aquí!
Yo: ya, hijo. Es que no hay nada más en este pueblo
Pablo: mejor, así siempre nos vemos.
Olé
Pasó un poco de todo pero me quedo con el principio, con los principios.

No hay comentarios: