viernes, abril 10, 2009

azul

Ha empezado la gran tormenta.
En ese preciso momento "el Cañadas" pasaba por debajo de mi ventana cantando una copla.
Yo le daba un sorbo al café con leche frío del mediodía.
Pepe " el conserje del cole" se escondía en un portal para controlar que las gotas caigan donde tienen que caer y en caso contrario, notificarlo en consejería.
Una chica de alguna calle conocida, de alguna familia conocida, pasea con el coche y le ofrece a Pepe acercarlo a casa para que se salve de esta lluvia. Pero Pepe no puede irse, tiene que controlar.
Ahora mi calle es un río, pasa de calle a río en exactamente 7 minutos de agua.

Ayer miré mucho tiempo la luna llena, escuchando Nouvelle Vague y me acorde de aquel anuncio que decía:
Gracias, sea quien sea el que apaga la luz por la noche.

No hay comentarios: