Este año, en concreto entre enero y mayo:

-Mi negocio, se fué a pique casi antes de haber despegado por cortesía de mi socio (y mejor amigo, por desgracia (estas cosas nunca deben ir juntas) ) de la noche a la mañana. Me salieron ticks nerviosos en los ojos por la frustración contenida.Él decidió que aquello no era lo que él quería y se fué ( es totalmente aceptable aunque en su momento yo me cogiera un cabreo10 lo cual concluyó en la ruptura de nuestra amistad y toneladas de dolor ).

-Lo mismo debió pensar un mes más tarde mi novio(ex), con quien convivía desde hacía 7 años y de quien jamás pensé que me separaría. Me dejó sin previo aviso, sin explicaciones y sin noticias hasta el día de hoy.Toneladas de dolor fueron aplastadas por una masa de medida que todavía no tiene nombre.

-Volví a casa con el rabo entre las piernas, sin saber qué coño habia pasado con lo que venía siendo mi vida.

No me he muerto.
Bueno, algún día he estado más muerta que viva.

Intento borrar los recuerdos de 8 años a aquí pero los malditos se multiplican sobretodo por las noches y me ha quedado un legado sentimental peligroso: no me fio de nadie y odio el amor en general (excepto el que viene de familia).

Ya sé que enumerar las desgracias no es una buena medicina para olvidar y mejorar.
Pero hay días como estos que necesito entender que si no me encuentro del todo bien o me da un bajón no es porque no sepa
ser feliz o sea negativa. Es porque no es fácil reponerse de esto que he escrito aquí arriba.
quiero dejar de sentirme culpable por no estar de puta madre todos los días.
Es todo muy confuso.

No llevo muerta 6 meses, la vida ha dado un giro de 360º en la dirección que menos podia esperar.
Y sigo viviendo, incluso una noche un amigo muy bueno me dijo que lo hacía sentir muy vivo y yo me miraba el cerebro por dentro y pensaba: no sé cómo pero si es así me alegro. Supongo que tenemos muchas cosas que dar y pocas que recibir.

Me acojona que aun queden meses para terminar el año aunque por otro lado seguro que algo sale bien.